Un día me encontró el yoga.
Practiqué Kundalini en Barcelona, de modo intenso.
Me ofrecieron formarme como profe y no quise.
Otro día, luego de mi primera experiencia de retiro de meditación y quietud Vipassana, en una clase de Kunda, sentí que eso ya no era para mí.
Intenté con varios tipos de yogas y profes desde entonces.
Duraba poco. Seguía sintiendo que no era para mí.
En algunos casos salía hasta con náuseas y vómitos.
La energía de la clase ME EXPULSABA en sentido simbólico y literal.
Qué extrañooooo!!!
No dándome por vencida el año pasado lo volví a intentar y encontré lo que SÍ ES PARA MÍ.
Logré sostener la disciplina de una vez a la semana durante un año.
Ahora amplié a más veces y además la clase se me hace cortaaa.
Cuando llegamos a la relajación digo ¿¿ya!!?? Se me pasa volando.
El método es alucinante y la profe un espectáculo.
Persevera y triunfarás.
Bravo!
Débora Tenenbaum
HE DICHO