La tía Liliana.
Siempre fuiste profunda. Eras una nena profunda. Penetrante. A veces decías cosas de una madurez abrumadora. Si, si, no exgero. No porque seas mi sobrina. Que bien orgullosa estoy de que lo seas.
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This entry was posted on 29 mayo 2010 at 7:00 am and is filed under Texto ajeno.
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