El año pasado, conocí a Alejandro Jodorowsky el día después de mi cumple. Viaje a Barcelona y me presentó el TAROT, de la mano del Maestro. A mi lado se sentó Debi, la miré y le dije: “Ya sé porqué vine a Barcelona… para conocerte!!
Tres piezas de mi puzzle encajaban:
El TAROT
DEBI
ALEJANDRO.
Mi versión:
Como animal en peligro, entré aterrada a esa sala. Mi ángel protector me condujo a la silla contigüa de un hada llamada Rosa. Con su mirada me dijo ‘aquí estarás a salvo’ y pestañeó, segura de si. Tuvimos el honor de emocionarnos juntas, en primera fila, con la magia, la calidez y la sabiduría del maestro de todos mis tiempos.
Al despedirnos, antes de su regreso a casa dijo: ‘yo pensé que vine a Barcelona para conocerlo a Alejandro y ahora entiendo que he venido a Barcelona para conocerte a ti’.