Cuando estás incompleta-incompleto es más fácil encontrar ‘pareja’. Siempre hay un roto para un descocido. Pero a medida que te vas equilibrando y te sientes plena-pleno se pone más dificil, el asunto.
Ya no es la media naranja. Ni la naranja entera. Es el árbol completo. Con todos los frutos. A punto. Umm.