Estaba yo bañando-me, panza incluida. Enjabonando-la barriguita de cuatro meses y le digo:
‘Masiiii, te ponemos Dante y punto’.
Acto seguido, escucho una Voz que me dice:
– Me llamo Ugo.
– Hugo? Menos mal que me lo dices porque no se me hubiera ocurrido nunca y te habría llamado toda la vida de otra manera. Equivocada.
– Si. Me llamo Ugo. Ugo sin H.
UgoooooH = El Gran Espíritu.
…
Ugo you go!!
debe ser italiano.