A través de la boca de mi hermano, desde otra dimensión, mi abuelo Jacobo nos dice: ‘las cosas cambian de la noche a la mañana’!
Claro que sí, abuelo! Sucede que es tan fácil que a nuestra mente le resulta difícil creerlo. Nuestra mente no lo cree pero nuestro ser lo sabe. Lo siente. Lo hace. Lo crea.