Me vestí de verde de arribabajo y salí a la calle. Sin rumbo. En la esquina llamé a una amiga para decirle que pasaría a visitarla. No contestó. Llamé a otra. Tampoco. A otra. Nada. A otra. No.
Bueeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeno, me susurré. ¿Qué querrá decir esto? ¿Será posible que no pueda estar un minuto sin planificar las próximas horas? Sin rumbo es sin rumbo!!! A danzar con la realidad!!! Lo mejor será que mi mente se rinda a los programas y fluya con el cosmos. Al menos hoy que soy Le Mat. Es decir: La Loca. Termino de pensar esto y me avanza un tipo, llamado Alberto.
‘Hola’, me saluda.
Sonrío, a modo de respuesta.
‘Ah, perdona. Me he equivocado. Te he confundido’.
‘No pasa nada hombre! Hola de todos modos’.
‘Haces yoga o algo así. Lo digo por tu postura’, afirma.
‘Si, algo así’.
‘Yo también hago yoga y ahora entro a una clase. Adeu’.
‘Hasta luego’.
Advertí que evidentemente esta era LA señal. Entonces lo seguí! … Así fue como terminé en el Raval, practicando Kundalini y respiración de fuego, en una colchoneta gastada, al lado de Alberto. En esta tarde templada de lunes.
Un comentario en “Le Mat. Toda la energía sin dirección. Maestro Karta: te echo de menos!*”
¿Por qué ninguna Albertina me para por la calle y me pregunta si practico… ( ¿qué disciplina se practica con los pies juntos, el uno hacia adelante, el otro hacia atrás y las manos en los bolsillos mientras al aire sacude los rebeldes cabellos frente al espejo de la tienda de mascotas?)…
¿Por qué ninguna Albertina me para por la calle y me pregunta si practico… ( ¿qué disciplina se practica con los pies juntos, el uno hacia adelante, el otro hacia atrás y las manos en los bolsillos mientras al aire sacude los rebeldes cabellos frente al espejo de la tienda de mascotas?)…