Una vez me contaron que una psicóloga argentina readaptó su profesión, acá en España, y se dedicó a algo así como a la venta de productos cosméticos para el pelo.
Dijo que la gente está más preocupuda aquí por lo que pasa fuera que dentro, de la cocutza.
Me hizo gracia y hoy, prestando atención, pude comprobar que en el barrio hay entre 3 y 5 peluquerías por cuadra.